«Los casorios nel Ayuntamientu de Gijón/Xixón celébrense los sábados pela mañana, ente les 11 y les 13.30 hores, y los vienres pela tarde ente les 18 y les 19.30 hores». Es una de las explicaciones que los gijoneses que deseen reservar por internet la fecha de su boda en la Casa Consistorial se pueden encontrar en la página web municipal, uno de los once trámites que, desde hace pocos días, se pueden realizar en la oficina virtual del Ayuntamiento, en asturiano. Once ‘modelos y solicitúes’ disponsibles. Porque, «col envís de reforciar el firme compromisu que l’Ayuntamientu tien pa col asturianu y pa garantizar el derechu de la ciudadanía a espresase llibremente en castellanu o n’asturianu, pónense a disposición de la ciudadanía interesao los formularios normalizaos que más s’usen». Y esos once formularios son la solicitud ya mencionada de boda civil, la de inicio general, instancia, recurso, inscripción en el registro de parejas de hecho, presentación de quejas y sugerencias, solicitud de empleo, fichero de acreedores, fichero de deudores y solicitud de la tarjeta ciudadana. La Oficina Municipal de la Llingua ha sido la encargada de hacer las traducciones de los documentos, como parte de su trabajo de traducción, pero también de «seguimientu y evaluación del plan d’uso de la llingua asturiana dientro de l’Alministración del conceyu». Porque la ordenanza del uso del asturiano, aprobada en 2008, contemplaba que los gijoneses podrían hacer todos los trámites con el Ayuntamiento en asturiano si así lo deseaban. Para ello faltaba contar con la documentación traducida.
La directora de la Oficina de la Llingua, Maria Xosé Rodríguez, asegura que el plan de uso de la llingua está funcionando bien. De hecho, no es su mayor preocupación para este ejercicio, en el que uno de los principales objetivos será llegar a nuevos acuerdos con hosteleros y comerciantes, sectores en los que confían hacer del uso del asturiano «una marca de calidad, para que los turistas se vayan de aquí sabiendo que, además de gastronomía y paisajes, tenemos un referente lingüístico».
(d’El Comercio, 01-03-2010)
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