Más de una vez nos habíamos preguntado(no sin perplejidad): si es un hecho objetivo, científico, que el leonés existe y que ha formado y sigue formando parte del patrimonio cultural de los zamoranos ¿por qué motivo es ignorado o incluso negado sistemáticamente en los medios de comunicación, en la bibliografía divulgativa, etc, etc? Estaba claro que si en Zamora los medios no hablaban del leonés es que estábamos ante un problema de prensa (a veces incluso de “mala prensa”) y la solución en estos casos suele pasar por crear tu propio medio de expresión.
Así que, desde el comienzo de nuestra actividad, en Furmientu tuvimos claro que nuestro principal objetivo tenía que ser la divulgación. A finales de 2004 la asociación estaba experimentando cambios muy importantes. En los últimos meses habían ingresado muchos socios nuevos, gente muy joven, entusiasta y preparada. Este fue el empujón necesario que condujo a la aparición del primer número de El Llumbreiru, que vio la luz en marzo de 2005. La elección del nombre fue muy meditada y la intención evidente: se escogió una palabra típica y muy conocida de las variedades lingüísticas leonesas del oeste de Zamora y que refleja algunos de los rasgos fonéticos más característicos del leonés occidental.
Pero además se buscaba una función simbólica. El Llumbreiru, esa tea de madera carbonizada de urce o de jara que era como el tubo fluorescente de los bisabuelos, alumbraba la cultura de los filandares o seranos: la de los romances, los cantares y las leyendas narradas mientras que se filaban el llinu y la llana. Y esa misma era la finalidad que se pretendía con la publicación de El Llumbreiru: alumbrar, arrojar luz sobre uno de los aspectos más oscurecidos e ignorados de nuestro patrimonio cultural.
A lo largo de estos cinco años, y sin fallar un solo trimestre, ha venido apareciendo un nuevo número, formando una riestra ininterrumpida: con el quinto aniversario celebramos también el número vigésimo. Los contenidos de la revista han mantenido una estructura constante desde los primeros números, que incluye:
– La sección de noticias relativas a nuestro patrimonio lingüístico.
– La sección de literatura escrita en asturleonés.
– Artículos de carácter divulgativo y de opinión.
Y en todo este tiempo, El Llumbreiru ha ido reflejando y ha sido al mismo tiempo una muestra de la evolución, de los logros -y también de las carencias- del movimiento ciudadano en favor de la conservación y la dignificación del patrimonio lingüístico y en particular del movimiento por el leonés.
Así, ha dado cuenta de las Jornadas de Cultura Tradicional de Furmientu, de las que el pasado mes de diciembre se llegó a la octava edición, y del Concurso de Vocabularios Tradicionales Zamoranos del cual van ya cuatro convocatorias consecutivas, con una participación muy notable y un aporte inestimable de información para un conocimiento más profundo del léxico de nuestras comarcas; e igualmente de las charlas impartidas en numerosos pueblos de la provincia, las jornadas divulgativas organizadas con el Instituto de Estudios Zamoranos, nuestra participación en diversas jornadas y simposios en los que hemos sido invitados a participar, como los organizados por las universidades de León y Oviedo y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.
Muy recientemente se hizo eco de la aparición del nuevo e ilusionante proyecto editorial de Furmientu: la revista electrónica Faceira. También ha ido mostrando los pasos legales seguidos por Furmientu buscando que la protección legal del leonés se traduzca en actos efectivos: la solicitud de declaración como Bien Interés Cultural y la queja al Procurador del Común de Castilla y León por la falta de cumplimiento de la obligación de proteger el leonés que establece el Estatuto de autonomía, cuyo resultado ha sido que esta institución ha dado la razón a Furmientu y ha instado en repetidas ocasiones al gobierno autonómico para que cumpla lo establecido por el Estatuto.
Paralelamente, El Llumbreiru ha venido reflejando los tímidos pero significativos logros que en la dignificación del leonés se han obtenido en estos cinco años… Sin duda el que tiene mayor importancia es precisamente el reconocimiento legal del leonés por las Cortes de Castilla y León con la aprobación del artículo 5.2 “El leonés forma parte….”. Si bien todavía no se ha materializado en acciones concretas permite albergar fundadas esperanzas y contiene además una notable carga simbólica. Otro aspecto destacable es que en estos años hemos asistido al surgimiento de una incipiente actividad literaria en leonés en las provincias de Zamora y de León. Cada vez van apareciendo más escritores y lo más importante: en estos años se han publicado una decena larga de libros de autores leoneses y zamoranos escritos en esta lengua. En este sentido hay que destacar la labor de la editorial Filandón y los premios literarios convocados por la asociación La Caleya y el Ayuntamiento de Astorga. También El Llumbreiru ha hecho su pequeña aportación a este despuntar literario.
Creemos que en estos años El Llumbreiru ha cumplido razonablemente bien el cometido de ofrecer una información objetiva y accesible sobre el patrimonio lingüístico zamorano y contribuir a su protección y dignificación. El interés por esta parte de nuestra cultura ha crecido sin duda en estos años, como se refleja en el aumento en el número de suscriptores de este boletín y en el de socios de Furmientu. Igualmente se refleja en el apoyo recibido para nuestras actividades por parte de diversas entidades e instituciones como Caja España y la Diputación Provincial.
(d’El Llumbreiru, 01/03-2010, vía Actualidá de Furmientu, 6-04-2010)
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