JUAN CARLOS GEA
Durante casi medio siglo, Alan Lomax (Austin, Texas, 1915) recorrió cuatro continentes en más de setenta viajes destinados a una sola y casi quimérica misión: rescatar lo que él consideraba las “joyas del espíritu humano” en forma de canciones, danzas y expresiones orales de la cultura popular. Dejar en el titánico trabajo de un etnomusicólogo fuera de lo común la tarea de Lomax sería, con todo, quedarse corto para quien fue ante todo un explorador y renovador de “las fuentes olvidadas de la creatividad humana” y un incansable ingeniero de cauces para conectarlos entre ellos y con el resto de la humanidad a través de grabaciones, programas de radio, conciertos, estudios a caballo de varias disciplinas y un inacabado proyecto que llamó “Global Jukebox”, algo así como la “Máquina de Música Global”. Ahora, la parte central de esa tarea, el mayúsculo archivo sonoro acumulado por el norteamericano, ha sido colgado por primera vez de modo completo en internet; y en él queda un registro de lo que Alan Lomax encontró en Asturias durante los días que pasó en el Principado a finales de 1952, como parte de un fructífero viaje por España y otros países de Europa.
En realidad, ese tesoro de sonidos y voz humana ya estaba disponible en la red y en formato libro-CD gracias a la iniciativa conjunta del Muséu del Pueblu d’Asturies y el Alan Lomax Archive de Nueva York, que publicaron conjuntamente todo el material recopilado en su estancia asturiana bajo el título Alan Lomax in Asturias, november 1952 en 2011. Son 101 piezas, 83 de ellas inéditas entonces, que ahora están también colgadas en la web de la Red de Museos Etnográficos de Asturias a disposición de cualquiera que desee escuchar lo mismo que Lomax registró con su método de campo habitual: el viaje, acarreando consigo la tecnología sonora más reciente en cada momento, y la entrevista directa con los cantores, intérpretes, narradores o bailarines a través de los cuales brotaba el manantial de los sonidos ancestrales.
En cojunto, Lomax se llevó registrada en soporte magnético el alma musical de 70 vecinos de los concejos de Aller, Cabrales, Gijón, Llanes, Mieres, Miranda, Oviedo, Siero, Somiedo, y Valdés, incluyendo las voces de intérpretes legendarios de la asturianada como Juanín de Mieres, El Presi o Carlitos, El de Murias de Aller, y otras tan peculiares como las vaqueiras cantadas por el polifacético historiador y catedrático Juan Uría Ríu, que se considera que fue el anfitrión de Lomax, junto al musicólogo Eduardo Martínez Torner, entonces en su exilio londinense.
En realidad a lo que ahora se tiene acceso es a a la puesta de ese tesoro local en todo su vastísimo contexto, incluyendo las fotografías que reflejan aquella otoñal andadura por una Asturias que veía por primera vez grabadas con rigor científico algunas de las muestras de su rico suelo popular. La dedicación de los herederos y discípulos de Lomax, empezando por su hija Anna, han trabajado duro localizando, clasificando y digitalizando la totalidad de grabaciones de Lomax, incluyendo entrevistas y tomas fallidas, para dejar en la red un viaje musical sin parangón que empezó con las canciones de cowboys y las baladas fronterizas, se adentró como nunca antes en la riquísima basa cultural del Delta del Mississippi, viajó por toda América del Norte y saltó después al Caribe, Europa, Asia o el Norte de África.
Todo ello se encuadra en el trabajo de la Asociación Cultural Equity, que custodia bajo el nombre del concepto acuñado por Alan Lomax como norte y guía de su trabajo –la Equidad Cultural–, todo su legado, y lo prolonga del mismo modo que él prosiguió con el de su padre, el también etnomusicólogo John A. Lomax. Los 17.000 registros se presentan ahora localizados en un geo-archivo, acompañado de fotografías, nociones de la disciplina que Lomax fundó –la cantométrica–, vídeos, programas radiofónicos, textos y debates e incluso recursos para educadores, puesto que ese era uno de los propósitos fundamentales de este investigador entre la musicología, la antropología, la lingüística y la pura y simple pasión por una música que brotaba de los pozos más frescos y profundos de la tradición universal.
ENLLAZ: Lomax Geo Archive.
(d’Asturias24, 03-04-2016)
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