XEPE VALLE
La Proposición No de Ley presentada en el pasado mes de agosto por el grupo parlamentario Podemos Castilla y León, en la que se pedía el cumplimiento del artículo 5.2 del Estatuto de Autonomía, no obtiene el apoyo suficiente para ser llevada a cabo
La votación celebrada ayer en las Cortes de Castilla y León arrojó un resultado negativo para el desarrollo de la PNL gracias al no del PP y la abstención de Ciudadanos. En sentido asertivo Podemos, PSOE e IU votaron a favor, mientras que el parlamentario de UPL estuvo ausente durante la votación al corresponderle el turno a IU con quien comparte el grupo mixto.
L
a iniciativa presentada por Podemos instaba al Gobierno de la comunidad al cumplimiento del artículo 5.2 del Estatuto de Autonomía, donde se establece la necesidad de emprender las medidas necesarias para la protección de la lengua leonesa, tal y como reza el propio artículo de Ley en el que se expone que el leonés “será objeto de protección específica por parte de las instituciones por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación”.
Por ello, esta iniciativa pretendía reclamar a la Junta la elaboración y desarrollo de un proyecto de ley destinado a regular la protección, el uso y la promoción de la lengua leonesa, así como su implantación dentro de las escuelas que así lo solicitáran como materia del bloque de asignaturas de libre configuración autonómica.
Se trata por tanto de una paradoja que el propio Partido Popular se niegue a desarrollar legalmente el propio Estatuto de Autonomía de la comunidad en la que gobierna.
El espejo aragonés
La situación de abandono institucional es desde hace décadas una constante para las lenguas minorizadas españolas que no gozan de cooficialidad junto con la lengua española, como por ejemplo sí ocurre en otras comunidades autónomas con el gallego, vasco o catalán.
Son quizá el asturleonés y el aragonés las lenguas que mayor paralelismo han guardado durante años respecto a esa desprotección y abandono histórico por parte de los gobernantes autonómicos. Mientras que la situación del asturleonés es aún más precaria, en parte al estar su dominio lingüístico dividido en diferentes comunidades autónomas y marcos administrativos, en Aragón han sabido romper en este último año con estas y otras barreras políticas que impedían el normal desarrollo de la enseñanza y protección de sus lenguas minorizadas.
En este caso, el Gobierno de Aragón aprobó este verano pasado la emisión de un currículo de Educación Primaria en el que tanto el aragonés como el catalán eran incluidos al considerar ambas lenguas propias y vehiculares de Aragón. Desde el Ejecutivo aragonés se señaló también que el objetivo de esta medida pretendía así fomentar “en las zonas de utilización predominante, su aprendizaje”, “con especial incidencia en la asignatura de Ciencias Sociales, que se vincula mucho más al territorio y realidad aragonesa para que los alumnos conozcan y estén más familiarizados con el entorno en el que viven, su patrimonio natural, social y cultural, dentro de un contexto global”.
(d’El Cabreirés, 19-10-2016)
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