E. GANCEDO
Los esbardos son los osines, las crías del tranquilo monarca de nuestra montaña, icónico plantígrado, y también, en singular, el título de un nuevo libro que pretende acercar a los más jóvenes en particular, y a toda la familia en general, el nombre tradicional leonés de muchos objetos y elementos del paisaje cotidiano. Editado por la asociación cultural Faceira, la obra se presenta este miércoles, día 11, a las 20.00 horas en la sala Región del ILC (calle Santa Nonia, 3).
Sus autores son el investigador, escritor y jurista Nicolás Bartolomé Pérez en lo que respecta al texto, y Ricardo Escobar Espiniella en lo referente a las ilustraciones; el primero de ellos resume para el Diario cuáles son los principales fines y destinatarios de este Esbardu. «Su gran objetivo es dar a conocer el léxico fundamental de la lengua leonesa, ya que el libro cuenta con unas ochocientas palabras de las que la mayoría constituyen el vocabulario esencial de cualquier idioma. En principio va destinado a los más jóvenes, pues su formato a base de dibujos es muy intuitivo, pero no hay duda de que quien desee iniciarse en el aprendizaje del leonés tendrá en esta obra una gran ayuda para familiarizarse con sus palabras básicas». «Además, las personas interesadas en la cultura popular leonesa pueden encontrar atractivo Esbardu —dice—, ya que se han incluido apartados específicos sobre nuestra realidad como las costumbres y tradiciones leonesas, la arquitectura rural o la mitología popular».
Pérez y Escobar intervendrán en la presentación del miércoles junto a Manuel Ferrero, cuentacuentos y escritor de obras infantiles y juveniles, y en ese acto explicarán que la obra cuenta con dos partes bien diferenciadas. «En la primera, cada ilustración cuenta con una palabra leonesa, y esas ilustraciones se agrupan en áreas relacionadas: la familia, el cuerpo humano, la ciudad, los oficios, etcétera. Creo —comentaba Nicolás Bartolomé Perez— que este sistema, que es el usual en este tipo de obras dedicadas al aprendizaje de un idioma por los más pequeños, tiene la ventaja de adecuarse a su visión de la realidad por apoyarse en lo concreto y lo cotidiano».
El vocabulario ha sido escrupulosamente escogido, basándose sobre todo en las zonas geográficas donde el leonés, pese a su difícil situación, persiste con más brío, áreas occidentales y centrales como la Cabrera, Sanabria, Valdería, Valduerna, Norte y Este bercianos, Omaña… Alude a ello Pérez, autor de otras obras que aúnan investigación y divulgación como Filandón. Lliteratura popular llionesa o Mitoloxía popular del Reinu de Llión al hablar de la segunda parte del libro. «En ella todas las palabras aparecen ordenadas alfabéticamente con su equivalente castellano. Pero, además, teniendo en cuenta que el leonés está conformado por variedades lingüísticas muy caracterizadas, se señalan variantes de los términos leoneses que se proponen como referenciales en algunas variantes: de este modo, por ejemplo, se ha elegido la forma muyer por ser la voz más extendida para referirse a la persona de sexo femenino, pero a la vez se consignan las formas mucher, propia del leonés noroccidental, y muller, que es la autóctona en el leonés de Sanabria y de diversas zonas bercianas».
Preguntado por el principal reto del proyecto, el autor del texto lo sitúa en la selección del léxico, siempre atendiendo a criterios como el de escoger el término patrimonial más extendido o, puntualmente, palabras muy características aunque ya no mayoritarias «siempre que estuvieran documentadas en un habla leonesa, como pexe (pez)». «Otra dificultad no menor —añade— es la total falta de apoyo institucional a la promoción del leonés, lo que obliga a que las iniciativas educativas, editoriales o divulgativas imprescindibles para el desarrollo de la cultura de expresión leonesa recaiga en entidades privadas como ?Faceira»
Bartolomé Pérez tuvo también palabras de alabanza para el ilustrador, quien a su juicio «ha realizado un trabajo excepcional, con unos dibujos llenos de encanto y personalidad que van a hacer las delicias de los lectores. Solo por ver sus ilustraciones merecía la pena la editar una obra como Esbardu».
(del Diario de León, 09-10-2017)
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