M. F. ANTUÑA GIJÓN.
Todo comenzó en 1998. Carmen Gallo, un nombre propio e imprescindible en la escena asturiana, una vasca de Galdácano que llegó a Asturias para dar clases en el ITAE y acabó por crear aquí su territorio vital, tuvo la culpa. La que es una de las fundadoras de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños (Feten), decidió hace 20 años crear su propia compañía con el ánimo de hacer teatro de calidad, de producir todo tipo de espectáculos. Y de esas dos décadas queda constancia una treintena de carteles que viajan desde los clásicos más clásicos hasta la danza contemporánea para llegar a públicos dispares. Niños, adultos, adolescentes, espectáculos de sala y de calle han ido llenando la programación de Asturias de la mano de Factoría Norte, que atesora en su haber miles de espectadores y que es bien conocida también por trabajos como las Noches Mágicas del Botánico o las visitas teatralizadas al Teatro Campoamor.
El listado de títulos es inmenso: ‘Click’, ‘Una maleta llena de agua’, ‘Mucho ha llovido’, ‘Llumeru’, ‘Folías’, ‘Kuzbu’, ‘Todo por la patria querida’, ‘Almaelectra’ y ‘Federico, Federico’ son solo algunos de sus trabajos, en los que ha contado con nombres muy conocidos y reconocidos de la escena asturiana. Ahora, con las ganas de seguir trabajando intactas, aunque los tiempos no sean del todo halagüeños, llega su último trabajo, ‘Les rellaciones peligroses’, un texto que firma el dramaturgo Eladio de Pablo, que se encarga también de la dirección. Sheila Montes, Paula Mata, Daniel López y Enrique Dueñas conforman el elenco, para dar vida a un nucleo familiar con dos adolescentes: una chica de diecisiete años embarazada y un chico con problemas de identidad que establece un contacto por internet «y se lleva una gran sorpresa». «Tiene drama, humor y se plantean los temas de una manera muy ágil», apunta Eladio de Pablo.
La función se hizo para la Axenda Didáctica, de modo que está dirigida a un público juvenil, de Secundaria. De hecho, se ha visto y se verá en institutos, pero el objetivo es acercarla a todos los públicos en espacios teatrales convencionales. Escrita una primera versión hace casi una década, Eladio de Pablo actualiza y retoma ese antiguo texto para acercarlo más al hoy y poner ante los ojos del público problemas de lo más cotidianos y cercanos. «Hablamos de sexualidad, de identidad, de embarazos y de cómo a veces el entorno familiar ignora lo que está pasando en su propia casa y está más atento a lo que pasa en la prensa del corazón».
Tiene la función, el estreno en llingua asturiana (escrita en castellano y traducida) de De Pablo, un afán didáctico, y una moraleja: «Los problemas hay que afrontarlos en el ámbito familiar, pero sucede que muchas veces las cosas no se hablan, se rehúyen, hay que comunicar, hay que poner los problemas encima de la mesa», afirma el autor, que en los últimos tiempos ha colaborado activamente con Factoría Norte, una compañía que siempre ha trabajado mano a mano con dramaturgos capaces también de dirigir e incluso de actuar. «Tener un autor director siempre es un lujo que a Factoría le ha dado buenos resultados, como ha ocurrido con Borja Roces, Ángeles Jiménez y ahora Eladio de Pablo», apunta Carmen Gallo.
Esta es solo la última apuesta de Factoría Norte, que mira atrás con inmensa satisfacción: «El balance es muy positivo porque hemos podido crear muchos sueños para públicos de todas las edades, hemos recibido muchos premios, hemos tenido proyectos formativos y de carácter social que nos han dado muchas alegrías. Las numerosas personas que han trabajado y trabajan nos han hecho crecer día a día, no solo en lo artístico sino en lo personal. Las visitas del Teatro Campoamor, las del Palacio Valdés o las Noches Mágicas del Botánico nos han dado muchas alegrías y todo ello con un equipo de directores e intérpretes y un equipo técnico de lujo», resume Gallo.
El futuro se plantea complicado en el ámbito teatral. Pero habrá que mirarlo de frente y sin miedo: «Los momentos que vivimos ahora son muy complejos y difíciles de comprender. Las palabras de Lorca ‘un pueblo que no defiende su teatro…’, pues eso, la Administración debería proteger a sus creadores porque apotan también valor añadido a su sociedad». La compañía no tira la toalla y tiene ya nuevas ideas en cartera: «Factoría va a seguir con sus proyectos, aunque yo no pueda estar en todos, y está trabajando para que, en cuanto sea posible, acometer un gran trabajo para la infancia junto a Fátima Fernández y Juan Hernaz».
(d’El Comercio, 28-10-2018)
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