A. VILLACORTA OVIEDO.
Tras la debacle electoral de la derecha en los comicios generales, la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana entró ayer en campaña para las autonómicas. «El próximo 26 de mayo, llamamos a los asturianos a votar a aquellos partidos que llevan en el programa y que claramente apoyan la cooficialidad, que la van a defender el día después de las elecciones», instó su portavoz, Carlos Pulgar. Un mensaje que hoy volverán a repetir al término de la tradicional manifestación por la oficialidad que partirá a las 19.30 horas de la ovetense Estación del Norte para concluir frente al Teatro Campoamor, donde tendrá lugar el acto institucional del Día de les Lletres, al que ya han confirmado su presencia los candidatos Adrián Barbón (PSOE), Lorena Gil (Podemos) y Juan Vázquez (Ciudadanos).
«Nun ye ético tener más tiempu esta situación indigna pal nuestru patrimoniu cultural. Hai que reformar l’Estatutu d’Autonomía p’aprobar la oficialidá y depués, con una Llei de Normalización, siguir un procesu adaptáu a la situación asturiana. Na llexislatura próxima, na Xunta Xeneral, hai que poner remediu a un déficit democráticu que lleva demasiaes décades pendiente», concluirá la Xunta pola Defensa de la Llingua.
Su portavoz cargó también ayer contra los miembros de la llamada Plataforma contra la Cooficialidad, «donde, curiosamente, ahora resulta que son todos candidatos de extrema derecha. ¡Oh, sorpresa!».
Así, Pulgar contrapuso «un movimiento social completamente abierto y transversal que solo reivindica la igualdad de derechos de las personas que hablan asturiano» con «unos personajes que ya todos sabemos las cosas que defienden».
Porque, contra el discurso de la imposición, recordó que «la oficialidá ye’l reconocimientu llegal del derechu que tien cualquier persona a usar llibremente la llingua propia d’un territoriu». Un derecho «a coste cero», ya que «lo que cuestan son las políticas lingüísticas, que dependerán de lo que decida el Gobierno de turno».
Pulgar recordó también que «n’Asturies tenemos dos llingües propies, l’asturianu y el gallego-asturianu», y se pregunta «por qué los sos falantes tienen menos derechos que los falantes d’otres comunidaes». Pero ahora es el momento de subsanarlo -dijo-, porque «los números contantes y sonantes empiezan ya a representar los tres quintos que se necesitan para la reforma estatutaria», algo en lo que «ha resultado decisivo el viraje del PSOE». Y a los que anuncian «todas esas plagas que están por venir como que hay gente que va a marchar, que las matrículas universitarias van a bajar o que gastaremos mucho dinero, hay que decirles que mucha gente ya marchó por el paro y que tenemos unos datos demográficos y económicos que dejan mucho que desear, así que todo lo que venga con la oficialidad será mejor que lo que hay».
«Los que compran eses chorraes de los hórreos y los frixuelos cada vez son menos, como se pudo comprobar en las pasadas elecciones. La gente tiene másteres en sentido común y, al final, deja de lado a los que se dedican a difundir esos inventos». Unas «argumentaciones ridículas» que, en el fondo, «ayudan a visibilizar la llingua y generar debate, así que hay que querelos como son», ironizó.
Lío con la ópera en asturiano
Esa actitud contrastó con la polémica que sacudió también ayer las redes sociales a propósito del concierto organizado este domingo en el Museo Arqueológico. Un recital de ópera en llingua en el que se podrán escuchar, por ejemplo, ‘Nessun dorma’ traducido al asturiano por Carlos Rubiera como ‘Nengún duerma’ o el ‘Coru de los esclavos’ de Verdi.
«¿Será que no tenemos preciosos cantos en asturiano para difundir que hay que fabricar esta aberración? Tengo mucho empeño en que se cuide el asturiano y en que se conozca nuestra música, pero así no», escribió la concejala ovetense del PP María Ablanedo en Twitter, lo que desencadenó un aluvión de críticas. Entre ellas, la del director general de Planificación Llingüística y Normalización, Fernando Padilla, que explicó que en países como Reino Unido o Alemania es una costumbre traducir óperas escritas en otros idiomas como el italiano y que la llingua «sirve para comunicar sobre cualquier tema y cualquier situación», por lo que no quiere pensar que las palabras de la popular sean de «odio a la cultura asturiana».
(d’El Comercio, 03-05-2019)
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