P. A. MARÍN ESTRADAOVIEDO.
«Unos premios imprescindibles pa una sociedá activa que reclama cultura propia y de calidá»,. Así definió la Consejera de Cultura, Berta Piñán, los galardones literarios en lengua asturiana que convoca anualmente su departamento y que ayer se entregaron en el Museo Arqueológico de Asturias. La última ocasión en que la hoy representante del Gobierno regional había acudido a un acto similar fue hace dos años cuando recibió el premio Xosefa Canellada y ella misma reconoció «la sensación rara y prestosa» de hacerlo ahora desde su responsabilidad pública. La acompañaban otros cargos de la administración autonómica como la titular de Educación, Carmen Suárez o los directores generales de Cultura y Política Llingüística, Martín López-Vega y Antón García, además del vicerrector de Extensión Universitaria Francisco José Borge.
En su discurso, Piñán se comprometió a «meyorar les circunstancies nes que los nuestros creadores faen el so llabor» y aludiendo a la etapa que afronta desde el ejecutivo afirmó asumirla «pa poner lo meyor de mi siempre dende la escucha y contando cola vuestra complicidá pal trabayu que tenemos per delantre». En esa labor situó estos premios -que en algunos casos como el del Xosefa Xovellanos de narrativa cumplen cuarenta ediciones-, de los que destacó su «excelencia y la obligación d’esparder estes obres que falen de nós dende la brillantez del pensamientu de los sos autores y dende la nuestra llingua, un de los grandes patrimonios que tenemos y que tamos obligaos a caltener, defender y normalizar», expresó.
Eladio de Pablo, en representación de Factoría Norte, recibió el premio de teatro profesional por el montaje de ‘Les relaciones peligroses’, una pieza destinada en su día a la Axenda Didáctica de la consejería, una iniciativa para la que deseó «que despegue y se ponga a funcionar pronto». El ganador en la categoría de cómic, Ruma Barbero, evocó la historia real que inspiró su obra ‘Seltegu’ en un viaje de su grupo Felpeyu al Líbano y José Ángel Gayol, premiado por su ensayo ‘El silenciu invisible’, afirmo de él que «tenta reflexar la dixebra ente la realidá y cómo la percibimos nós». Gonzalo González Barreñada, galardonado por su poemario ‘El llar n’orde’ deseó en versos ajenos «salú, bondá ya ilusión» y Francisco Álvarez, premio de novela por ‘Los xardinos de la lluna’, recordó en siciliano que «un pueblu vuélvese probe y servil cuando-y roben la llingua». Los músicos Mario Bernardo y Cristina Gestido cerraron el acto con un recital de viola y piano.
(d’El Comercio, 20-12-2019)
Deixar ua Respuosta