L.O.
La semana pasada, la Junta General del Principado aprobó una reforma de su reglamento para permitir que cuaquier persona que intervenga en la cámara pueda expresarse en lengua asturiana. Hasta ahora, según la normativa del parlamento autonómico sólo podían hacerlo los diputados, al menos esa fue la interpretación estricta de los letrados cuando el pasado mes de octubre cuando atendieron las quejas de PP y Vox durante una de las primeras comparecencias de la consejera de Cultura, Berta Piñán. Los letrados afirmaron que el reglamento no amparaba a los miembros del gobierno, sólo a los diputados, y por eso IU planteó la reforma ahora aprobada.
Pero la querella sobre el uso del asturiano en el parlamento va más allá. Si llegó a plantearse la posibilidad de que un diputad reclamara la presencia de un traductor fue porque alguien lo hizo así (lo pidió «simultáneo» la diputada popular Gloria García; y también porque los detractores de la llingua, entre ellos Vox y en parte también el rigorismo de los letrados, se apoyaba en un articulo de la Constitución, norma suprema, que recoge el derecho a participar en asuntos públicos y además a hacerlo en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes. Es decir, y en resumen, a entender lo que se debate. ¿Realmente un diputado en Asturias podría no entender el asturiano? ¿se podría pedir un traductor en un debate en castellano si uno de los intervinientes utilizara un cultismo que otros diputados no comprendieran? ¿se podría parar un debate en el parlamento asturiano si desde un escaño se hace una cita en latín?
Por todas estas razones y, en prevención de que llegara a prosperar un petición ante la Junta de Portavoces y la Mesa de la Cámara, los órganos de gobierno del parlamento, desde Izquierda Unida se advirtió que veterán ese posibilidad, no facilitarán ningún acuerdo que abra la puerta a crear un servicios de traductores de asturiano en Asturias y recordaron que es una lengua muy similar al castellano y que sólo en el parlamento vasco se usan traductores. No ocurre ni en Galicia, Cataluña u otras comunidades con lenguas oficiales reconocidas como Baleares o Valencia.
Desde la coalición se indicó que interpretarían tal petición como una forma de crear un problema y usar el asturiano como un instrumento de confrontación. ¿Realmente lo pediría alguno de los grupos más adversos?
Desde el PP, el diputado Pablo Álvarez Pire apuntó que su grupo no lo contempla, y cargó contra la última reforma al indicar que, a su juicio, «esta reforma del reglamento no soluciona nada, está igual que estaba, simplemente que ahora se reconoce que todo el mundo pueda llegar a utilizar el asturiano, pero simplemente el asturiano, si alguien viene de la zona del occidente y habla en fala pues técnicamente con el reglamento en la mano tampoco se podría. Al contrario de lo que sucede en la Ley de Uso». Lo cierto es que el reglamento de la Junta habla de «bable / asturiano» y han sido varios diputados los que se han expresado en gallego-asturiano o fala en el hemiciclo, lo hacía en en casi todas sus intervenciones la pasada legislatura el entonces diputado de Podemos Andrés Fernández Vilanova y lo ha hecho en el mandato vigente el diputado del PP, Álvaro Queipo.
Álvarez Pire recalcó que su grupo opina que «si hacemos reformas legales son para clarificar cosas y no para este tipo de cuestiones» y cuestionó el embrollo que podría llegar a formarse si la Junta de Portavoces y la Mesa de la cámara tuvieran que decidir si realmente un diputado que asegura que no entiende el asturiano lo hace de verdad o de forma fingida.
El grupo más beligerante contra el asturiano, el de Vox, señaló por boca de su portavoz Ignacio Blanco el día en que se aprobó la reforma que no participarían en ningún debate en el que se hablara asturiano. A preguntas de este diario, Blanco recalcó que «Vox no será el Grupo Parlamentario que vaya a pedir que se incrementen los costes con intérpretes, teniendo un idioma común, y más aún en la situación económica que atravesamos y que se va a agravar, según señalan los expertos, en el último trimestre del año».
El portavoz parlamentario añadió que su grupo «no participará en los debates que se expongan exclusivamente en lenguas no oficiales como son la llingua, el asturiano, el bable, el bable normalizado o en astuñol» y añadió que su partido «apoya y respeta las tradiciones y la cultura, pero no como herramienta para separar y enfrentar a los españoles, y en este caso, para añadir aun más gastos innecesarios y superfluos cuando atravesamos además una muy delicada situación económica que afecta a miles de familias».
(de La Voz de Asturias, 08-07-2020)
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