B. PINO
Pocos son los habitantes de Pillarno que, a día de hoy, saben que ‘El pedrusco’, ‘El batán’ o ‘La canalina’ son términos que, lejos de designar algún vetusto apero de labranza, llegaron a nombrar algunos de los caminos y sendas más concurridos del pueblo. Sólo los más mayores recuerdas esa conexión, lo que convierte dicho patrimonio cultural en un bien en franco peligro de extinción. Para evitar tan aciago futuro, el colectivo Las Salguerinas, parte de la Asociación de Vecinos de Pillarno, ha iniciado un proyecto de recopilación de todos los antiguos nombres populares de la geografía del pueblo, con el fin de evitar su olvido.
«Nuestra meta es escarbar en la memoria de los habitantes, y poder documentar y rescatar esos nombres que, en muchos casos, se desconocen», expone Mónica Menéndez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Pillarno. El proyecto vio la luz en los primeros días de febrero, y ya ha obtenido una muy buena acogida por parte de los vecinos, que «nos hacen llegar escritos con palabras que recuerdan de su juventud, o que les contaron antaño sus padres o sus abuelos».
Con todo ese material, cuya acumulación carece de fecha tope, se pretende crear un verdadero archivo histórico y patrimonial, en el que el lenguaje y la historia se den la mano para relatar esas parcelas menos conocidas del pasado de Pillarno. Sin embargo, la ambición de sus impulsores va más allá, y ya se baraja la posibilidad de volcar la información en «alguna aplicación de geolocalización, tipo Google Maps, para que el visitante conozca tanto el nombre histórico como la historia de un determinado lugar». Hasta que ese objetivo se logre, Menéndez y su equipo se conforman con «salvaguardar de algún modo la valiosa memoria de nuestro pueblo».
(d’El Comercio, 14-02-2021)
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