Han pasado trece años desde que la revista La Curuja tomara forma. Lo hizo de la mano de un grupo de inquietos que, en la primavera de 2004, quisieron trasladar a las páginas las historias de Noceda. Al tiempo que le daban forma a una idea que primero adoptó el nombre de El Aguzo, del que se separó porque en el pueblo berciano de Igüeña ya se había bautizado así a una agrupación. Después llegó La Curuja, un nombre muy parecido a otra revista de Corullón, aunque aquella se quedó con la denominación pasada al gallego de A Curuxa. Comenzó el camino de la revista cuando el grupo de intelectuales que la respaldaba adoptó la forma de Asociación Cultural, llamada La Iguiada.
Pablo Arias, Ramón González, Andrés Rodríguez Cuenya, Luis Nogaledo y Manuel Cuenya pusieron nombre a aquella iniciativa que ahora edita su número 16 de su segunda época, porque tuvo una inicial con 15 números que aún se pueden descargar desde la página de Noceda del Bierzo, y que tuvo su mejor momento al recoger un interesante vocabulario del pueblo que Cuenya espera volver a relanzar y que precisamente se publicó en el número 16 de la primera época de la revista La Curuja. «Pretendemos dar voz a las gentes de Noceda, a su historia, a sus tradiciones, además de incorporar a poetas que hablan de lo universal y de todo el Bierzo», explica Cuenya. La revista ha contado con colaboradores de talla, como el eurodiputado José Álvarez de Paz, el corresponsal de TVE en Berlín, Miguel Ángel García, periodistas como Emilio Gancedo, Pedro Trapiello, Toño Criado o Juanma G. Colinas, poetas como Pilar Blanco, Angustias Díaz, Carmen Busmayor, Ana María Romero, Marta Muñiz, Manuel Olano, Eduardo Keudell… además del cineasta Gabriel Folgado y paisanos como Javier Arias Nogaledo, Venancio Álvarez o Ricardo González López.