MIGUEL BARRERO
Se llamaba Xosé Antonio García y era poeta. Es una buena manera de presentar a un autor al que se podría considerar sin desviar mucho el tiro, por sus propios méritos y por algunos deméritos ajenos, como el gran ‘maldito’ de la literatura asturiana. Publicó en vida dos libros, rechazó la posibilidad de adscribirse a ningún cenáculo y mantuvo un trato más bien distante, aunque casi siempre cordial, con sus compañeros generacionales, aquellos que se pasaron las décadas de los ochenta y noventa del pasado siglo trabajando para darle a la lengua asturiana un tamiz literario del que había carecido hasta aquellos momentos.
Pese a ese alejamiento consciente, su obra no cayó en saco roto mientras él pudo defenderla, pero fue a su muerte cuando se abrió un abismo de olvido, un silencio prolongado que ha llegado hasta nuestros días. En su caso, se cumple a la perfección ese tópico que dice que el escritor, cualquier escritor, ha de pasar, tras despedirse de este mundo, un purgatorio de al menos una década hasta que la crítica y los lectores terminen dando a su obra la acogida que merece. En su caso, han tenido que transcurrir trece años.
(more…)
Read Full Post »