ENRIQUE CARBALLEIRA
Ramón d’Andrés vive estos días con emoción. No en vano, su padre, Mánfer de la Llera, es la personalidad literaria en torno a la que gira este año la Selmana de les Lletres. De él, de sus virtudes como padre, de su carácter como minero y de su pasión por la escritura habla en esta entrevista quien además ha sabido seguir los pasos de un pionero de las letras asturianas porque, como Mánfer, Ramón d’Andrés es escritor y académico de la llingua.
¿Qué supone para usted este homenaje hacia su padre?
Para mí y para mi familia es un motivo de emoción y de orgullo. Estamos muy agradecidos a las instituciones y personas que están participando en los diversos actos e iniciativas. Nuestro padre era una persona muy sencilla que, a su manera, consiguió hacerse un nombre dentro de la literatura en asturiano. Supongo que se le recuerda porque su figura evoca algo positivo para todos.