AZAHARA VILLACORTA
Sonia Fidalgo (Xixón, 1975) cría a su hija Lena «como en una tribu» en la casa que la periodista tiene en Caces junto a su pareja, el escritor Xuan Bello. Porque da la casualidad de que en el pueblo se han juntado varias parejas con guajes. «Siempre lo tuve claro. A los críos hay que educalos entre todos, la familia y los amigos, aunque la responsabilidad sea del adulto que en ese momento esté a su cargo. Así que, cuando Lena va a casa de algún vecín, ye una más. Igual que quien vien a la mía. Si hay fréjoles, hay fréjoles». Esa es la concepción de la crianza de esta mujer que estudió Relaciones Laborales pero que siempre supo que quería ser periodista, cuya infancia transcurrió entre la calle Ezcurdia y Turón junto a sus cuatro güelos, en quienes se mezclaban raíces gallegas, catalanas, andaluzas, norteafricanas y «asturianes de pura cepa», claro.
La hemos visto cantando, caleyando, entrevistando…
Llámase inconsciencia e hipoteca (Risas).
Y, entre tanta actividad, ¿quién es de verdad Sonia Fidalgo?
Soy lo que ves. No hay mucho más. Nadie muy profundu… Aunque quizá lo que se ve ye la cara A y en la vida más privada tienes una cara B. Esa en la que saques les uñes, enfádeste… pero nunca me dura mucho. No merez la pena. Sí que me gusta beber todo lo que me llega. Lo mismo te disfruto con Guns n’ Roses que con una copla que con la gaita de Flavio Benito.